Viajar a las cataratas de Iguazú es una experiencia inolvidable que ningún viajero del mundo debería dejar de organizar. Hoy le ofrecemos una pequeña guía de esta maravillosa creación de la naturaleza.
Las Cataratas de Iguazú se encuentran entre Argentina y Brasil son más altas que las Cataratas del Niágara, el doble de ancho, y tienen forma de una herradura a lo largo de casi dos kilómetros del río Iguazú con 275 cascadas. Las cataratas de Iguazú son el resultado de una erupción volcánica que dejó otra gran grieta en la tierra.
Durante la temporada de lluvias de noviembre a marzo, la velocidad del flujo de agua puede llegar a 450.000 metros cúbicos (12,750 pies cúbicos) por segundo.
La enorme cantidad de agua (un promedio de 553 metros cúbicos por segundo) tronando a 82 metros y su ubicación tropical la hacen de una belleza increíble. Cuatro veces el ancho de las Cataratas del Niágara, las cataratas del Iguazú están divididas por varias islas en cascadas distintas. Una de las más conocidas es la Garganta del Diablo, con su espuma perpetua por encima de las cataratas. Otras caídas notables son el San Martín, Bernabé Méndez y Bossetti.
La Cataratas del Iguazú, también llamadas Foz do Iguaçu en portugués, y las Cataratas del Iguazú en español, se encuentran entre Argentina y Brasil, y son Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Las cataratas forman parte de un ecosistema único, con un bosque prácticamente virgen y protegido por parques nacionales, tanto en el lado de Argentina como el de Brasil. Dos tercios de las cataratas están del lado argentino del río, donde también se puede visitar el Parque Nacional Iguazú, lleno de senderos y pájaros.
Para ver toda el área se necesitan planificar al menos dos días completos. La vista desde el lado brasileño es el más panorámica y hay vuelos en helicóptero sobre las cataratas de Foz do Iguaçu. También se puede hacer un paseo en barco. La luz ideal para tomar fotografías es en la mañana. La mejor época para ver las cataratas de Iguazú son en primavera y otoño. El verano es muy caluroso, húmedo tropical, y en invierno el nivel del agua es mucho menor. Hay hoteles en ambos márgenes del río y muchas agencias de turismo que ofrecen oportunidades de hacer turismo por la zona.
El nombre de las cataratas deriva de la palabra guaraní "agua grande". El primer explorador español que vio las cataratas fue Álvar Núñez Cabeza de Vaca en 1541, pero el gran poder de las cataratas no se utilizó en su totalidad hasta la construcción de la central hidroeléctrica de Itaipú, construida en conjunto por Paraguay y Brasil. Terminada en 1991, la presa está abierta a visitas y provee 12,600,000 KW de energía para satisfacer casi el 40% de Brasil y las necesidades de energía de Argentina. La presa es una de las más grandes del mundo, y se anuncia por ambos países como una obra maestra de la tecnología.