El primer viaje de casados es el sueño de muchos románticos empedernidos y de otros, que simplemente necesitan un momento de relajo a solas con su pareja. Aunque sean ustedes de tipo aventurero, pacífico, fiestero o bohemio
visitar Niza en la Costa Azul francesa los dejará impresionados por sus interminables posibilidades. Desde paisajes oníricos rodeados de arquitectura extraordinaria hasta un legado histórico que saciará sus deseos de conocer y descansar. Todo, al mismo tiempo.
LA VIE EN ROSE
Si bien es cierto es un destino turístico que suele incluirse dentro de un paquete turístico, sepa que Niza tiene mucho por ofrecer, motivo por el cual no debe considerarla sólo como un lugar de paso. Como capital de la Costa Azul esta ciudad es perfecta para convertirse en el punto de partida en su viaje romántico. Aquí su gran
bahía des Anges (de los Ángeles), la ensenada de Villefranche y la célebre aldea morisca de Éze se convierten en una oferta interminable de placeres para compartirse en pareja.
Eso sí, le recomendamos que tome un tiempo para descansar en sus arenas (no todo el día), pues la ciudad tiene mucho para ver y hacer, como visitar bares por la noche, hacer deportes de escalada durante la tarde para luego bucear por abajo de sus aguas en Cap Ferrat. Aquí los delfines y el canto de las ballenas lo acompañarán.
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| Cap Ferrat |
No puede dejar de ver la hermosa Niza, por lo menos si de un viaje de luna de miel se trata, sin visitar dos villas inspiradas en la fantasía (a 7km al este del centro). Estas son: la villa Kerylos con un confort de la Belle Époque y el palacio a la italiana de la baronesa
Ephrussi de Rothschild, en Cap Ferrat. Esta última, se asoma al mar, en el extremo de la península más cotizada de la Costa Azul y alberga una de las colecciones de mobiliario y objetos de arte más ricas de Francia. Lo mejor: su templo de amor. Mágico punto para comenzar una viada juntos.
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| Villa Ephrussi Rothschild |
