Qué ver en Wroclaw

Wroclaw: La joya de Polonia llena de Gnomos


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Wroclaw o Breslavia es una ciudad de Polonia, aún no muy conocida por los turistas. Wroclaw parece una ciudad con dos caras aún con cicatrices de su pasado, eso se nota en algunas áreas abandonadas sobretodo en el casco de la Ciudad Vieja, en la plaza central de Rynek.
Wroclaw es una ciudad que es fácil de visitar en un fin de semana, hay algunas cosas que ver que son realmente hermosas y merecen toda la atención de los turistas.

Turismo en Wroclaw


Plaza central de Wroclaw Rynek: Uno de los lugares más hermosos de Wroclaw, muy grande, en cuyo centro se encuentra el Town Hall o Municipio (Ratusz) en estilo gótico renacentista.
Hay un reloj astronómico que data del 1580, una fuente muy especial hecha de vidrio y muchas casas antiguas coloridas, incluyendo dos apartamentos llamados Hansel y Gretel (JAS y Małgosia). También hay numerosos restaurantes y bares.


Los duendes de Wroclaw: Wroclaw tiene muchas calles donde caminar e iglesias, el distrito universitario, el hebreo y el mercado. Se aconseja un paseo por estas calles sin rumbo definido, ya que, una de las cosas más especiales de la ciudad de Wroclaw es el encuentro que se hace con sus duendes o gnomos.

La ciudad esconde más de 150 gnomos en el interior, son pequeñas estatuas que se encuentran en las esquinas de las calles, en farolas, entre los barrotes de las ventanas. Se ha convertido en un pasatiempo buscar  los elfos en Wroclaw. En las tiendas de recuerdos o souvenirs se venden también mapas que muestran la ubicación, pero le aconsejo que vaya en busca de ellos sin ningún tipo de ayuda, es más divertido.

Sin embargo, además de la simpatía de los gnomos, que se inmortalizan en las poses más absurdas, su presencia tiene un valor político. De hecho, la leyenda cuenta que en los años 80 aparecieron en las paredes de Breslavia (Wroclaw) graffitis de gnomos pintadas en lugar de  los antislogan eliminados por el régimen. Su aparición se debe a un movimiento artístico de la oposición (Alternativa Naranja) que quería poner en ridículo a los comunistas que estaban en el poder y acabar con el reinado de terror impuesto por la Ley Marcial. La Revolución de los Gnomos terminó con la caída del comunismo en 1989.


La Catedral de San Juan el Bautista en Wroclaw: Otra cosa que merece ver en un viaje a Wroclaw es sin duda el área que se encuentra al norte del río Oder, identificado como el distrito de los sacerdotes o "pequeño Vaticano". Un área compuesta por muchos islotes conectados por pequeños puentes, donde hay numerosas iglesias. El barrio es muy sugestivo, sobre todo en otoño, cuando las calles están llenas de hojas amarillas y los parques son muy luminosos. Subiendo por el ascensor de la torre de la Catedral de San Juan el Bautista (Jana Chrzciciela) a un costo de 5zł se puede admirar el paisaje de Wroclaw desde lo alto.


Raclawice Panorama: una pintura de dimensiones estratosféricas 120 x 15 metros, que propone diversos momentos de la batalla de Raclawice (4 abril 1794). En esta batalla, el ejército polaco junto con los campesinos lograron derrotar a los rusos, pero después de siete meses perdieron y su independencia no se dió. La pintura es magnífica, circular y entre las imagenes está el paseo marítimo donde se puede disfrutar de la imagen. Hay hierbas, rocas y tierra que confunden la vista, es difícil decir dónde la pintura termina. El precio del billete es de 20zl e incluye un auricular que explica la historia del cuadro.

La zona  universitaria de Wroclaw: Otra área recomendable es el de la Universidad, un monumental barroco formado por el Colegio y la Iglesia de los Jesuitas, fundada por el emperador Leopoldo I en 1702. Domina la Torre del observatorio formado por cuatro estatuas que representan a la medicina, la filosofía, el derecho y la teología.

Tener que resumir la ciudad de Wroclaw no es fácil, pero lo merece , para los amantes de los viajes. Es sin duda un buen lugar agradable para visitar y que todavía tiene pequeños detalles que no deben pasarse por alto. También es un lugar muy barato donde se puede comer bien, no se pierda el Pierogi sin duda, sus ravioles rellenos y las sopas.