Hay rincones en el mundo que se caracterizan por conmover al viajero desde que uno pisa su tierra. Ese el caso de la ciudad de Ayacucho, una ciudad llena de historia, desde la Plaza de Armas hasta cada una de sus 33 iglesias que acoge.
Hoy en este artículo le brindaremos información sobre los principales atractivos turísticos, los encantos de Huamanga en Ayacucho, que esperamos le sirva como guía para su próximo viaje a esta hermosa ciudad de la sierra en Perú.
Ayacucho es cuna de artesanos que no se ciñen solo a la producción de los clásicos retablos. Muestra de ello es el barrio de Huamanga que alberga a familia de artistas que forman parte ya del circuito turístico.
Sólo por recomendarles tres lugares, tenemos a Belén, Santa Ana y Quinua, especializados en retablos, textiles y cerámica respectivamente. Hay retablistas que muestran su talleres a los viajeros ávidos por conocer no sólo el resultado del trabajo sino también el proceso que toma realizar una obra. Además de comprar retablos.
En cuanto al barrio de Santa Ana, muchas familias pueden dar cátedra si de embellecer telares artesanales se trata. De esta forma, usted pude llevar a casa piezas hechas con fibra 90% naturales y en variedad de técnicas que se manifiestan en hermosos diseños. Por último Quinua (a 35 minutos de Huamanga) resulta un punto obligado a visitar no solo por su pampa donde se llevó a cabo la batalla de Ayacucho sino por su pueblo dedicado a la cerámica en su máxima expresión.
PUEBLO RELIGIOSO
Tanto dentro como fuera de Huamanga están distribuidas las famosas 33 iglesias. Dese un paseo por cada una de ellas, la mayoría son accesibles y se puede ingresar sin problemas, salvo en las horas de culto ya que muchas también son conventos, aunque esta última regla se obvia en Semana Santa. Uno de los templos más antiguos es el del Barrio de Belén, que guarda aún las huellas de la violencia terrorista, pero que no ha perdido su magia a pasar del tiempo.
MIREMOS MAS ALLÁ
El mirador de Acuchimay de Huamanga es conocido por su estructura de portales y porque desde allí se puede ver tanto Huamanga como sus alrededores. Y aunque anualmente se realiza allí una fiesta dedicada a la actividad agrícola, el resto del año es muy tranquilo para admirar la vista.
Si quiere viajar a una ciudad de impresionantes paisajes naturales, un hermoso color de cielo y con gente realmente amable, no lo piense dos veces viaje a Ayacucho, no se arrepentirá!
Fotos: Focap, Panoramio, Promolibro.