La Grecia continental a menudo es dejada en un segundo plano por la belleza y aguas cristalinas de las islas, pero también hay lugares realmente únicos que ningún viajero del mundo debería dejar fuera de su itinerario, por ejemplo, visitar Olimpia.
Justo aquí nacieron los originales Juegos Olímpicos, cuya primera celebración se remonta al año 776 a.C., y que en la actualidad se realiza cada 4 años con una serie de competencias deportivas entre los meses de julio y agosto, en honor de Zeus.
Esta tradición era tan sagrada para los griegos que todas las guerras se suspendían para permitir a los atletas a participar en las diferentes ciudades. Sin embargo, los Juegos Olímpicos se interrumpieron en el 394 d.C., cuando fueron prohibidos aduciendo que se trataba de un culto pagano y el sitio fue olvidado poco a poco hasta que en el siglo XIX las excavaciones descubrieron El Altisisimo, el recinto sagrado donde se encontraban los templos. Justo al lado salieron a la luz los restos de las estructuras de las carreras de Olimpia: el Hipódromo, el gimnasio y el estadio.
Olimpia nunca fue en si una ciudad, sino un lugar sacro y noble donde se celebraba el poder, se ofrecía tributo a los Dioses, se idealizaba la fuerza física y la belleza. Esta era Olimpia, antigua ciudad griega conocida en todos sitios y en todo tiempo por haber dado vida a las olimpiadas, los juegos en honor del Dios Zeus. Situada a lo largo del valle del río Alfeo, en la parte nord occidental del actual Peloponeso. Olimpia era como un santuario, una ciudad con templos, teatros, monumentos y estatuas, pero también la sede y alojamiento de los atletas en la época de las competencias deportivas.
La ciudad original fue dividida en diferentes zonas. La parte más elevada albergaba los edificios más importantes que no por casualidad eran rodeados de un recinto sacro, El Altísimo, donde se levantaron los monumentos de culto y los edificios para la administración de los juegos. En la zona oriental estaban en cambio el estadio y el hipódromo, mientras en la parte contraria se ubicaba el gimnasio donde los atletas se entrenaban un mes antes de las competencias.
En Olimpia se encontraba una de las siete maravillas del mundo antiguo, la gran estatua de Zeus, construido por Fidia en en el año 430 a.C., que se encuentra en el templo del mismo nombre. Muy cerca se encuentran los restos del templo. Hoy es un parque arqueológico de gran belleza, melancólico y grandioso al mismo tiempo, destino turístico obligado para los viajeros que visitan el Peloponeso.
En 1989 el sitio arqueológico ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.